Ser lobo o ser oveja, es una simple cuestión de actitud.
En la vida, en el trabajo, con la familia, con los amigos, tenemos diferentes situaciones que definen nuestra actitud.
Hay gente que se siente cómoda en el rebaño, son mansos, conformistas y no se quieren meter en líos.
Yo no soy de esos amigos, me gusta pelar por todo hasta el fin, me caigo, me levanto, si me quejo lo lucho, estoy en constante movimiento para poder conseguir las cosas que me planteo.
Los lobos no estamos bien vistos desde el entorno rebaño, pero somos necesarios, de vez en cuando debemos de meter algún «zasca» para que el rebaño no se quede estático, parado y congelado.
A veces me pregunto que si no estaría mejor estando ahí, en el rebaño, tranquilo y contento, y lo tengo claro, no es una cuestión de QUERER, es una cuestión de SER y yo amigos… SOY LOBO.